miércoles, 5 de septiembre de 2012

Obesidad, una pandemia difícil de resolver

Por: Agencia



La obesidad y el sobrepeso se han convertido en una pandemia mundial difícil de resolver y ya son la quinta causa de defunciones al año, indicó el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO)


Ello, abundó, con alrededor de 2.8 millones de vidas como consecuencia de enfermedades derivadas del exceso de peso, tales como diabetes, cardiovasculares y trastornos degenerativos de huesos y articulaciones.
La institución agregó que la obesidad y sobrepeso pueden resumirse como la ingesta de una cantidad de energía mayor a la que se gasta, un desequilibrio entre las calorías que se consumen y las que se utilizan, y traen consigo consecuencias en lo económico, social y sanitario.
Indicó que México lleva un lustro que fluctúa entre el primer y el segundo lugar global en obesidad, y compite con Estados Unidos; niños, adolescentes y adultos mexicanos han "colaborado" por igual para que mes tras mes el problema vaya en aumento.
Añadió que si se subiera a una báscula a la humanidad entera pesaría 287 millones de toneladas, por lo que se calcula que le sobran 15 millones de toneladas, según un macro estudio elaborado por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Señaló que ese estudio apunta que es como si hubiera 242 millones de personas más en el mundo, y todas deben comer, se calcula que en el planeta viven unas mil 200 millones de personas con exceso de peso; de los 112 millones de mexicanos 80 millones tienen exceso de peso y 24 millones padecen obesidad.
Resaltó que para diagnosticar sobrepeso u obesidad en adultos la Organización Mundial de la Salud (OMS) utiliza una fórmula estándar que determina el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual se obtiene al dividir el peso en kilógramos entre estatura en metros multiplicada al cuadrado.
Por ejemplo: si una mujer pesa 70 kilos y mide 1.60 metros, hay que dividir 70 entre 1.60 por 1.60. ella tendría 27.3 puntos de IMC y presentaría un ligero sobrepeso.
Subrayó que el IMC promedio en el ITESO es de 23.65, de acuerdo con un sondeo realizado por el Centro de Educación Física y Salud Integral (CEFSI) en 2009, es decir, si el ITESO fuera el paciente, estaría en su peso ideal y se le recomendaría mantenerse y llevar un estilo de vida saludable para no aumentar de peso.
Explicó que obesidad no es sólo un problema de salud, va más allá de la alimentación y el ejercicio e involucra una serie de factores que incluyen, por ejemplo, la genética o las cuestiones sociales.
Destacó que antes, los países con una buena situación económica tendían a la obesidad, pero estudios recientes, como el Poverty and obesity: the role of energy density and energy costs, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, han descubierto que los países en vías de desarrollo, como México, son más proclives a la obesidad.
Lo anterior debido a que los alimentos procesados con granos y azúcares refinados representan menor costo de producción para la industria y menor costo de adquisición para el cliente, y los alimentos accesibles no suelen ser los más saludables.
La profesora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos del ITESO, Laura Arellano, dijo que para un mexicano promedio de clase media es más fácil y barato comprar comida rápida que darse el tiempo de elegir alimentos frescos y saludables, mantenerlos en buen estado de conservación y prepararlos para comer.
"El estilo de vida actual, en el que vamos de aquí para allá de correr todo el tiempo, nos ha obligado a 'no tener tiempo' para comer como es debido", consideró.
Sin embargo, agregó, los problemas de sobrepeso y obesidad no se determinan sólo por la alimentación; la actividad física es también un factor importante.
Un estudio de The National Health and Nutrition Examination Surveys indica que en la década de los 70 los índices de sobrepeso y obesidad en Estados Unidos iban en aumento, por lo que comenzaron una campaña para reducir el consumo de alimentos con alto contenido calórico, grasas saturadas y azúcares.
A su vez el coordinador del programa ¡Actívate ITESO!, Alejandro Pliego, comentó que este fenómeno se debe de manera principal a un ?hecho muy cotidiano y aparentemente inofensivo: estar sentado?.
?De las 16 horas que estamos despiertos, pasamos en promedio 15 horas y media sentados y la otra media hora es de movimientos casi involuntarios?.
Dijo que los avances tecnológicos, la rápida urbanización y hasta los ?niveles de violencia e inseguridad han sido determinantes en el descenso de la actividad física?.
Abundó que ?las ciudades en México no cuentan con áreas adecuadas para ejercicio, las personas han dejado de salir a la calle y de caminar por la falta de un entorno seguro?.
Mencionó que aunado a eso, la mayoría de los trabajos hoy en día exigen estar sentados hasta siete horas seguidas.
?Acciones sencillas como cambiar bebidas azucaradas por agua natural, agregar una fruta o verdura al día a la dieta diaria, levantarse y estirarse cada tres horas o trasladarse a pie o en bicicleta en trayectos cortos, ayudan mucho a comenzar un estilo de vida diferente?, apuntó.

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